El diagnóstico con ecografía facial es una técnica de imagen utilizada en el ámbito de la medicina y la estética. A diferencia de otros métodos de diagnóstico por imagen, la ecografía facial emplea ondas de sonido de alta frecuencia para crear imágenes detalladas de los tejidos blandos del rostro. Esta tecnología permite obtener una visualización precisa de estructuras como los músculos, los vasos sanguíneos, los nervios y el tejido subcutáneo, facilitando un diagnóstico seguro y no invasivo.
Gracias a la aplicación de ondas acústicas en los tejidos faciales obtenemos mucha información sobre la anatomía del paciente y el estado de las estructuras situadas debajo de la piel. Con esta tecnología podemos valorar el grado de envejecimiento cutáneo midiendo la banda hipoecogénica subepidérmica (SLEB) cuyos cambios son muy útiles a la hora de determinar objetivamente algún tratamiento de rejuvenecimiento cutáneo.
Una de las principales ventajas de la ecografía facial es su capacidad para proporcionar imágenes en tiempo real. Además, la ecografía facial es indolora, lo que la convierte en una opción cómoda para los pacientes. Al no utilizar radiación, es también una alternativa segura frente a otros tipos de estudios, como los rayos X o la tomografía computarizada.
En el Instituto Vicente Paloma disponemos de ecógrafos de última generación como técnica de diagnóstico en medicina estética.