¿Quién es un buen candidato para una rinoplastia?
El candidato ideal para someterse a esta intervención es una persona que desea corregir pequeñas imperfecciones y tener una nariz más proporcionada para conseguir una mejora de su aspecto y aumentar su autoestima y confianza en sí mismo.
También son susceptibles de realizarse una rinoplastia, las personas que la requieran con fines médicos por problemas respiratorios o traumatismos, los riesgos son escasos y se mejora considerablemente la calidad de vida de los pacientes.
Es sumamente importante, hablar con tu cirujano, antes incluso de optar por la realización de esta cirugía, explicarle qué es lo que se quiere conseguir para que a su vez, nos dé unas expectativas realistas sobre los resultados de la futura intervención. Se puede utilizar el simulador Vectra X3 para que el candidato pueda observar cómo quedaría después de la cirugía.
El simulador es Vectra X3
En general, un candidato a este tipo de cirugía deberá contar con buena salud física, incluyendo una estabilidad psicológica, no fumar y haber aceptado los posibles riesgos llegando a un acuerdo con el cirujano sobre las expectativas reales y posibles que se pueden tener tras la cirugía. No todas las personas que consultan sobre la posibilidad de realizarse una rinoplastia poseen el perfil necesario para su realización aún teniendo indicaciones físicas absolutas para recibir un procedimiento quirúrgico.
La edad también debe tenerse en cuenta. Es recomendable no realizar una rinoplastia hasta que no se haya dado el «estirón» y el crecimiento facial esté completo, es decir, hasta los 15 – 16 años en los niños. Así mismo, es importante considerar los ajustes emocionales y sociales de los adolescentes, y estar seguros de que quieren someterse a esta cirugía.
La cirugía de la nariz, ¿en qué consiste?
Se trata de un proceso ambulatorio de 1 a 3 horas aunque las cirugías para corregir problemas más complicados puede llevar más tiempo. Se suele llevar a cabo mediante anestesia general aunque también se realiza bajo anestesia local y sedación. Generalmente permanece ingresado una noche.
El procedimiento consiste en separar la piel de la nariz de su soporte de hueso y cartílago, que es esculpido con la forma deseada. Así, la piel es redistribuida y adaptada sobre este nuevo soporte.
La intervención se puede realizar desde dentro de la nariz, haciendo unas pequeñas incisiones en el interior de los orificios nasales, o bien desde el exterior, mediante una rinoplastia abierta, sobre todo para los casos más complejos, en la que se realiza una pequeña incisión en la columela.
Cuando se finaliza la cirugía se coloca una férula de resina termoplástica en el dorso de la nariz, que ayudará a mantener la nueva forma de la nariz. También se colocan tapones nasales en ambos orificios para evitar el sangrado y estabilizar el tabique nasal.