Ya he comentado en otras ocasiones que la rinoplastia es una de las cirugías más difíciles de realizar con éxito. No todos los cirujanos poseen la suficiente pericia para trabajar correctamente esta cirugía. Por ello a menudo realizo alguna cirugía de nariz o rinoplastia en la que debo corregir una primera rinoplastia que ha sufrido el paciente. En estos casos resulta habitual encontrarme con que no queda suficiente cartílago para moldear adecuadamente esa nariz. Es entonces cuando debo tirar de las otras alternativas naturales que ofrece el propio cuerpo del paciente, y que os quiero exponer hoy en este post.
¿Qué ocurre cuando no queda suficiente cartílago nasal y es necesario recomponerlo durante una rinoplastia?
Existen 3 tipos de tejido que podemos utilizar para recomponer un cartílago nasal en una rinoplastia.
- el cartílago del tabique nasal residual.
- Si no queda el anterior debemos tirar de cartílago de oreja. Con este tipo de cartílago somos capaces de reconstruir casi una nariz entera.
- Si todavía nos faltase más volumen sacamos cartílago de la costilla.
¿Cómo reconstruimos el cartílago nasal en una rinoplastia?
Utilizando los tipos de cartílago anteriormente descritos cosemos lo que reste de cartílago nasal al nuevo cartílago añadido, que previamente he debido recortar y trabajar adecuadamente para conseguir el resultado esperado. La sutura ofrece una fijación momentánea hasta que la cicatriz envuelve ambos cartílagos y termina uniéndolos. Como curiosidad, suelo emplear prácticamente la mitad del tiempo de la cirugía en dar la forma a ese cartílago cada vez que realizo una rinoplastia.