Orejas

Se suele realizar una incisión por detrás de la oreja, dejando por tanto una cicatriz prácticamente invisible. A partir de esta incisión el cirujano remodela el cartílago de la oreja haciendo que se pliegue en los sitios adecuados, reduce la profundidad de la concha y reseca la piel sobrante, si lo cree necesario.

Dependiendo de la edad del paciente a tratar, la cirugía de orejas se puede realizar bajo anestesia general o local y suele tardar de 45 minutos a una hora.

Después de la cirugía de orejas se suele colocar un vendaje que modela cada parte de la oreja para permitirle curar en su situación correcta.

Una vez retirado suele ser conveniente llevar por la noche una cinta de tenis durante una o dos semanas para evitar que durante el sueño se pliegue la oreja hacia adelante.

Después de la cirugía de orejas se suele colocar un vendaje que modela cada parte de la oreja para permitirle curar en su situación correcta.

Una vez retirado suele ser conveniente llevar por la noche una cinta de tenis durante una o dos semanas para evitar que durante el sueño se pliegue la oreja hacia adelante.

Es una cirugía sencilla, personalizada y eficaz para corregir las orejas prominentes o de soplillo.

La diferencia con la cirugía convencional es que en este caso es posible hacer una evaluación previa con el doctor en la primera visita mediante la colocación de un simulador en el exterior de las orejas. De esta manera, las orejas tomarán la forma deseada en función de las preferencias.

Otra ventaja es que la cirugía se realiza en menos tiempo.

El procedimiento clínico es rápido y se realiza con anestesia local. Se coloca debajo de la piel un implante permanente llamado “ear fold” y después se ponen unos pocos puntos que no son necesarios extraer ya que se reabsorben.

Dos semanas antes no se puede consumir aspirina (ácido acetil salicílico) ni antiinflamatorios.

Dos días antes no se puede consumir alcohol.