Los mejores tratamientos para la flacidez corporal

En el pasado artículo hablábamos sobre los mejores tratamientos para tratar la flacidez facial y hoy trataremos la misma temática pero enfocado en el cuerpo.

Asociamos la flacidez corporal a la edad, pero no siempre es así. Una pérdida de peso, embarazo, disposición genética, la falta de actividad física, la dieta… afectan a nuestra piel y a su elasticidad. Dependiendo del grado de flacidez corporal, existen diferentes tratamientos estéticos para combatirla, desde técnicas no invasivas hasta soluciones quirúrgicas. En ocasiones combinar dos o más tratamientos es lo más efectivo, además de ejercicio físico y una dieta adecuada. En este artículo te descubrimos los mejores tratamientos para la flacidez corporal, así como algunos consejos clave para prevenirla.

Cuando hablamos de flacidez corporal, nos referimos a la pérdida de firmeza y elasticidad en la piel, especialmente en áreas como el abdomen, brazos, muslos y glúteos y, en las mujeres, también en el pecho y el escote. Esto ocurre cuando las fibras de colágeno y elastina, encargadas de mantener la piel tensa, comienzan a deteriorarse, ya sea por el paso del tiempo o por otros factores.

Existen múltiples factores que pueden desencadenar la flacidez corporal. El más habitual es el envejecimiento natural, ya que a medida que envejecemos, el cuerpo produce menos colágeno y elastina, lo que resulta en una piel menos firme. Sin embargo, otros factores como la pérdida o ganancia de peso rápida, que puede debilitar la estructura de la piel, o la exposición excesiva al sol, pues radiación UV deteriora las fibras de colágeno, contribuyendo a la flacidez, son también importantes.

Otro aspecto a destacar, especialmente en las mujeres son las variaciones hormonales, como las que ocurren durante el embarazo, la perimenopausia o la menopausia, suelen afectar la elasticidad de la piel.

Prevenir la flacidez no siempre es posible, especialmente si estamos genéticamente predispuestos a ella, pero algunos hábitos saludables pueden ayudar a retrasar su aparición. Así que:

• Mantén una dieta equilibrada rica en antioxidantes y proteínas que favorezcan la producción de colágeno. Además, evita los alimentos ultra procesados, las grasas saturadas y el alcohol que empeoran la calidad de la piel.
• Hidrátate correctamente, tanto por dentro como por fuera, para mantener la elasticidad de la piel. Evita bebidas edulcoradas y apuesta siempre por el agua o las infusiones.
• Realiza ejercicio regularmente, especialmente entrenamientos de fuerza. Los ejercicios de fuerza son una de las mejores formas de prevenir y combatir la flacidez corporal. Estos ejercicios ayudan a tonificar los músculos y a crear una estructura sólida que da soporte a la piel, mejorando su apariencia y evitando que se caiga o se vuelva flácida con el tiempo
• Protege tu piel del sol usando protector solar de amplio espectro durante todo el año y no solo en verano
• Evita el tabaco, además de dañar tu salud afecta negativamente la capacidad de la piel de regenerarse.

Para conseguir los mejores resultados, es importante no esperar al último momento y empezar a actuar cuando la flacidez es incipiente. Aquí tienes los mejores tratamientos para combatir la flacidez corporal.

En casos avanzados de flacidez, los tratamientos no invasivos pueden no ser suficientes para lograr los resultados deseados. En estos casos, la cirugía estética puede ser la mejor opción para eliminar el exceso de piel y restaurar la firmeza corporal.

Cuando la flacidez es muy importante y “sobra” piel de nuestro contorno corporal, es necesario optar por la cirugía plástica corporal. Las técnicas para corregir la flacidez corporal están diseñadas para eliminar el exceso de piel y tensar los tejidos subyacentes, restaurando la firmeza y el contorno corporal.