La liposucción sigue siendo una de las cirugías estéticas más demandadas, por detrás del aumento del pecho. Esta técnica permite deshacernos de la grasa localizada que tan poco nos gusta ver en nuestro cuerpo.
Un bueno momento para realizarla es ahora en otoño, ya que durante el postoperatorio es necesario el uso de fajas y medias compresoras especiales, por lo que se recomienda al paciente estar en ambientes frescos.
Esta cirugía corrige los acúmulos de grasa rebeldes que pueden aparecer en distintas partes del cuerpo como las caderas, los muslos o el abdomen. Se realiza bajo anestesia local con sedación.
Se empleará anestesia general en los casos en los que se realice una liposucción de grandes zonas o se tengan que tratar distintas áreas.
La intervención consiste en realizar una pequeña incisión para poder introducir una cánula hueca unida a una máquina que produce el vacio. La cánula se mueve entre los depósitos grasos de debajo la piel, rompiendo la grasa y succionándola. Suele durar entre 2 o 3 horas pero dependerá del área a tratar.
Después de la cirugía, el paciente tendrá que usar una faja o una media compresora durante 3 o 4 semanas. La hinchazón y los morados irán desapareciendo a partir del primer o segundo mes.
Esta cirugía es muy efectiva si lo que se quiere conseguir es un nuevo perfil corporal con las mínimas cicatrices. Los resultados pueden ser permanentes siempre que el paciente mantenga una dieta adecuada y practique ejercicio regularmente. El paciente puede volver a engordar pero lo hará de manera uniforme.
Si deseas más información puedes contactar con nosotros y te aclararemos cualquier duda que puedas tener.
Dr. Vicente Paloma