¿Quién es el candidato ideal para hacerse una otoplastia?
Esta cirugía puede ser una buena solución para aquellos hombres con buena salud física que sienten que sus orejas son desproporcionadas o sobresalen demasiado de su cabeza y quieren conseguir una armonía facial.
Aunque se realiza en la edad adulta, es una intervención muy solicitada por los adolescentes e incluso niños a partir de los 6 y hasta los 14 años de edad debido a los problemas psicológicos y sociales que les conlleva. A esta edad, las orejas ya han alcanzado prácticamente el tamaño y desarrollo que tendrán en la vida adulta, y el cartílago es más flexible y moldeable. Por lo tanto, en caso de sufrir anotia o microtia puede realizarse la otoplastia.
En función del grado de deformidad, debe valorarse la afectación para plantear la reconstrucción en una o dos fases quirúrgicas, según sea la dificultad, ya que se tiene que aportar piel, cartílago y otros tejidos para crear un nuevo pabellón auricular. En casos particulares, la cirugía puede adelantarse a los 4 años.
Se recomienda a los padres observar el comportamiento de sus hijos, sus relaciones interpersonales o el rendimiento escolar respecto a su defecto en las orejas. No debe insistirse en la cirugía hasta que el niño así lo desee.
Otoplastia, ¿en qué consiste?
La otoplastia es una cirugía ambulatoria que suele durar entre 1 y 2 horas aunque en casos complejos puede llevar más tiempo. El cirujano plástico realizará una evaluación del problema y recomendará la técnica más efectiva para cada caso.
Dependiendo de la edad del paciente a tratar, la intervención se realiza bajo anestesia local asociada o no a sedación, excepto en los menores que se recomienda anestesia general.
Generalmente, se realiza una pequeña incisión en la parte posterior de la oreja, de tal manera que las cicatrices nunca sean visibles. A partir de esta incisión el cirujano remodela el cartílago de la oreja haciendo que se pliegue en los sitios adecuados, reduce la profundidad de la concha y elimina el exceso de piel. Después esculpe el cartílago tallándolo mediante pequeños cortes superficiales para que adopte una forma más natural. Se pueden emplear puntos internos para mantener esta nueva forma y en ocasiones, extraer parte del cartílago. Por último, se retira una cuña de piel de la parte posterior de la oreja.
Se recomienda a los candidatos no fumar o reducir el consumo de tabaco antes y después de la intervención para evitar riesgos. Además, existen medicamentos como la aspirina que reducen la capacidad de coagulación de la sangre y deberán ser eliminados de su tratamiento.