¿Dónde y por qué se produce?
Se suele acumular en vientre, caderas, glúteos y muslos, aunque puede afectar a otras zonas. No está necesariamente relacionada con el sobrepeso.
Se origina por un edema o inflamación en las células grasas que hay debajo de la piel junto con un exceso de colágeno que presiona la piel hacia arriba produciendo los pequeños hoyuelos que la caracterizan.
La genética y los factores hormonales son los principales factores que influyen en su aparición. Algunas situaciones como problemas circulatorios, hipotiroidismo o alteraciones hormonales pueden favorecer que se genere celulitis. También épocas con cambios hormonales en la mujer como la pubertad, el posparto o la menopausia la pueden provocar. La dieta y los hábitos de vida también influyen en la celulitis.
Tratamiento
Es importante que tengamos en cuenta que la celulitis no se elimina totalmente ni de forma definitiva. Lo que si podemos conseguir son mejoras importantes de las zonas afectadas que supondrán una mejora sustancial en nuestra imagen.
Junto al tratamiento podemos adoptar algunos hábitos de vida relacionados con la alimentación o el sedentarismo para mejorar el resultado y hacerlo duradero en el tiempo:
- Alimentación equilibrada evitando grasas saturadas y azúcares
- No fumar
- Evitar prendas muy ajustadas que dificulten la circulación
- Ejercicio físico de tipo cardiovascular y fortaleciendo la musculatura de las zonas afectadas
Hay varias tecnologías que se utilizan en el tratamiento de la celulitis. El tipo de celulitis, zona a tratar y circunstancias asociadas influyen en la elección del tratamiento a utilizar. Los tratamientos más utilizados para la celulitis son:
- Carboxiterapia (Para saber más sobre Carboxiterapia)
- Indiba (Para saber más sobre Indiba)
- Morpheus (Para saber más sobre Morpheus)
- Mesoterapia (Para saber más sobre Mesoterapia)
¿Hay diferentes tipos de celulitis?
Si. Existen diferentes tipos de celulitis. Es importante identificarlas porque el tratamiento puede ser diferente en cada caso.
- Celulitis edematosa: se suele producir en piernas y glúteos en mujeres entre 20 y 40 años y se debe fundamentalmente a cambios hormonales o retención de líquidos. No tiene flacidez asociada y suele asociarse a hinchazón de la zona.
- Celulitis blanda: es la más frecuente y la que denominamos coloquialmente piel de naranja. No produce dolor pero si puede causar sensación de pesadez y es muy característico el que se acompaña de flacidez. Se puede localizar en muslos, glúteos, abdomen, brazos y espalda. Se relaciona en ocasiones con falta de ejercicio físico y con variaciones de peso bruscas.
- Celulitis dura: presenta además de pequeños hoyuelos zonas abultadas en forma de nódulos que resultan dolorosos al pellizcarlos o palparlos. Es frecuente en la cara interna de las rodillas, la cara posterior y externa de los muslos y en los glúteos. Es la más difícil de tratar.
- Celulitis mixta: se da cuando encontramos diferentes tipos de celulitis en diferentes zonas en un mismo paciente.